My "Toy story" ; Bartolo, el Pipote y la Letra

Era de obligado cumplimiento preguntarme estos días y... ¿cuál fue mi juguete favorito?
No sé si existe un estudio científico que indique desde que temprana edad podemos guardar recuerdos reales. En mi caso fue entre los 3 ó 4 años. Estoy segura, no fue más tarde.
Lo recuerdo con tanta nitidez que, si cierro los ojos y me dejo llevar, siento hasta el fuerte olor a plástico de los que fueron y serán mis juguetes favoritos.
¡Un oso de plástico, una cartera del cole azul marino y un botijo verde (en mi pueblo llamado "pipote") todos de puro y duro plástico! Cuando yo era pequeña no había tanta variedad de juguetes.
Observando estos días la cantidad de regalos que hacemos a nuestros niños y el poco interés que ellos demuestran a la mayoría de los mismos me digo: "que crueles estamos siendo con ellos". Darles tanto no es síntoma de quererles, les estamos "privando" de conocer que se siente disfrutando y venerando un absurdo y simple juguete como los míos; ¡oso, cartera y botijo! 
Como explico yo... ahora... que adoro el "GLAMOUR" la infinidad de horas que disfruté  ¡con mi oso mi cartera y mi botijo de plástico marrón, verde y azul!
Mis juguetes tenían nombres. Sí, yo siempre pongo nombres...Pequeña y con "lengua de trapo" ya lo hacía.
-Bartolo; era el nombre de mi oso.
No sé explicar la razón de ese nombre. Suena extraño porque las niñas normalmente les ponen a sus muñecos nombres que suenan dulce.
Como tantas otras cosas (una constante en mi vida) el nombre de mi oso también era diferente.
Bartolo era de plástico, en diferentes gamas de color marrón en función  de la parte del cuerpo del muñeco. La espalda más ocura, la carita más clara y así en conjunto era resultón.
En algún punto de ese tiempo algo hizo mal Bartolo que le arranqué la cabeza.
Es ese que está en mis manos, en la foto que veis a vuestra derecha.
-Pipote; puede parecer raro que un niño tenga un botijo como uno de sus juguetes favoritos. En mi caso, la cosa tiene su explicación. Nací y vivía en un pueblo en el que no se cumple eso de que "el agua es fuente de vida" sino que "la vida allí son sus fuentes". Situado al pie de Las Alpujarras con un famoso balneario.
En todas las casa había y sigue habiendo un botijo con agua cristalina, fresca y sana.
En verano, cuando el calor aprieta, en muchas casa dejan uno en la puerta para que todo el que pase, si tiene sed, pueda saciarla. Por eso yo tenia mi botijo, pequeño de color verde y de plástico.
La última imagen que tengo de Pipote es verlo en el suelo frente a la chimenea de mi abuela aplastado y con una raja grande que lo hacía inservible.
¿Qué le pasó a Pipote? No lo sé y creo que ya nunca lo averiguaré. Pero sé que yo no fui, yo no me cargué a Pipote.
-La Letra: de todos mis juguetes el preferido. Una cartera.
Bien pensado, por su forma, estaría en una categoría entre cartera y bolso. De forma rectangular, color azul marino y... de plástico acharolado. En la parte superior una cremallera que daba paso a un espacio para guardar mis más preciosos tesoros. También tenía un bolsillo plano en la parte delantera y las vocales toscamente pintadas en diferentes colores. Un asa larga con una hebilla, todo por supuesto de plástico, permitía colgarse a la Letra cruzada.
Los importantes tesoros que yo guardaba dentro eran: un trozo de lápiz (es curioso pero desde entonces me gusta tomar mis notas siempre en lápiz de punta gruesa y blanda) una desportillada libreta (seguramente herencia de alguna de mis hermanas) y algunas hojas sueltas de un cuento que no sé de donde salió pero tenía dibujos. Y digo que sería un cuento porque mi madre no mo lo hubiese dejado de no serlo.
La Letra se me perdió. Quedó olvidada en un sucio lavabo de un bar de carretera donde una madrugada del mes de junio paramos con mucha prisa, junto con otras personas, mi madre y yo. Todos nosotros emigrabamos a una lejana y gran ciudad en busca de una vida mejor.
Yo tenía cuatro años, era la primera vez que salía del pueblo, viajaba en coche y me separaba de parte de mi familia.
Larga y triste de explicar la pérdida de mi Letra, mejor un post "in memoriam".
Mis adorados juguetes también vivieron sus luces y sus sombras como en "El soldadito de plomo", "Toy story" y otros cuentos.